El término Logística Colaborativa es hoy en día un término que cada vez se utiliza más. Esta no es más que una evolución de la Logística Integral potenciada por la actual situación económica a nivel global. Los operadores logísticos mantienen una búsqueda constante de nuevas ideas y estrategias que les permitan llegar al cliente ofreciendo el mejor precio, garantizando un servicio de alta calidad. Esta necesidad ha originado una evolución en dirección a la colaboración entre socios, clientes y otros miembros de la cadena de suministro, los llamados “stakeholders”. Colaboraciones que, a grandes rasgos, consisten en integrar recursos para obtener un beneficio mutuo.
El principal objetivo de la tradicional Logística Integral era mejorar al máximo la gestión de los flujos de información, materiales y mercancías en toda la cadena logística. Como su propio nombre indica, la Logística Colaborativa llega con la intención de fomentar la colaboración y el trabajo en equipo en pro de tácticas que contribuyan al beneficio de un grupo o comunidad.
La Logística Colaborativa viene a responder a la necesidad de innovar para mejorar no sólo el servicio al cliente final, sino también al resto de la cadena de suministro: desde los proveedores, pasando por los transportistas y operadores logísticos, hasta los auditores de calidad. Para conseguir estas mejoras necesitamos elaborar estrategias enfocadas a ofrecer soluciones efectivas a los problemas de negocio que afectan a todos y cada uno de los integrantes de la cadena de suministro. Podemos recurrir a la popular refrán “la unión hace la fuerza” para resumir de una manera simple este concepto de logística. Trabajar en equipo sobre una base de confianza, transparencia y convergencia en las soluciones tecnológicas es la clave.
Existen tres elementos imprescindibles que suponen la base de cualquier proceso colaborativo:
- Debe existir un trabajo en equipo basado en la confianza y transparencia que permita desarrollar y mantener las operaciones y estrategias coordinadas de manera que todas las partes involucradas salgan beneficiadas. Por ello, definir los objetivos de antemano es fundamental.
- Tiene que haber una serie de reglas consensuadas que permitan hacer frente a situaciones rutinarias y también en escenarios inesperados.
- Los diferentes socios que participan en el proceso colaborativo deben estar dispuestos a debatir cuestiones complicadas y aspectos negativos que puedan tener lugar dentro de la colaboración.
La intención es mejorar la calidad del servicio mientras se reducen gastos y tiempo, simplificando los procesos administrativos sustituyendo la postura reactiva por una actitud proactiva. Vamos a ver algunos ejemplos de lo que estamos hablando:
- En general, la recepción de pedidos sigue un modelo reactivo en el que la compañía espera a recibir los pedidos, que pueden ser realizados por diferentes medios (web, correo electrónico, teléfono, etc.). Un modelo de logística colaborativa llevado a la práctica consiste en disponer de la información necesaria para poder anticipar y generar los pedidos de los clientes en los plazos, cantidad y puntos de entrega exactas.
- En cuanto al reaprovisionamiento de materiales, en general, el proveedor no sabe exactamente lo que vamos a comprar, en qué cantidades, ni tampoco en qué fechas. Utilizando el método colaborativo, dispondría de la información necesaria (inventarios, ritmos de consumos, etc.), de modo que su servicio no sólo podría ser mejor, sino que en algunos casos incluso lo podría ejecutar de manera automática.
- Lo mismo ocurre cuando hablamos de transporte de mercancías y operadores logísticos, si ambos tuvieran acceso a la información necesaria, por lo pronto, el resultado sería una importante reducción de costes y tiempo para ambas partes.
- Podría integrarse perfectamente y de la misma manera en una comunidad colaborativa cualquier otro agente o proveedor externo o freelance que nos preste cualquier servicio.
Las Nuevas Tecnologías de la Información (NTIC) se han convertido en potentes herramientas para mejorar las cadenas de suministro. El crecimiento imparable del comercio electrónico y la necesidad de llevar los procesos a la categoría de colaborativos, han hecho que las NTIC sean un elemento estratégico esencial para las compañías, tanto a nivel de operatividad y productividad, como de rentabilidad. Algunas de las tecnologías más aplicadas hoy en día son, aparte de los ya habituales códigos de barras, RFID y sistemas EDI, algunos sistemas web y también herramientas de CRM y BPM. Todos los recursos anteriores tienen como finalidad aportar y ayudar a compartir información entre clientes y proveedores. Sin embargo, necesitamos recurrir a Internet, a “La Nube”, como medio más rápido y efectivo para compartir datos y poder gestionar todo el flujo de la información.
Además de las compañías y el cliente final, el concepto de logística colaborativa también ofrece un beneficio colateral al medio ambiente. Debido a la lógica necesidad de uso de menos dispositivos y herramientas y, como consecuencia, un menor gasto de combustible, el resultado es una importante y necesaria reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Como todo son ganancias, sólo hay que decidir cuando nos ponemos…