Mucho antes de los sucesos provocados por la pandemia del coronavirus, las nuevas tecnologías ya desarrollaban alternativas para realizar intercambios comerciales sin contacto. No es nuevo pedir comida a domicilio a casa desde una app, o gestionar movimientos y pagos bancarios por medio del móvil.
La nueva normalidad manifiesta de forma más rotunda la necesidad de las empresas a perfeccionar o ahondar en soluciones digitales y sin contacto para satisfacer las necesidades del consumidor y las personas relacionadas con el negocio.
La razón por la que la tendencia de soluciones contactless está en auge, se debe en parte por una necesidad de adaptación acelerada para generar una alternativa de negocio que se adapte a los riesgos de salud actuales. Esta preocupación por la salud ha afectado a todos los sectores y disciplinas, sin excepción. Por lo que es imperativo comenzar y dar seguimiento a las iniciativas y desarrollos empresariales para abordar esta “Era Sin Contacto” y prosperar ante los retos presentes y futuros.
¿Cómo comenzar a estructurar una estrategia sin contacto?
Será importante que las empresas trabajen en la investigación de cada uno de los puntos de contacto que tradicionalmente eran parte de los sistemas de cada empresa. Siempre con el objetivo de proporcionar soluciones que brinden experiencias efectivas de principio a fin para empleados y clientes. Acciones que mantengan el valor de la marca y que se ajusten a las operaciones que realizan. Proporcionar un panorama robusto a la vez que flexible para ayudar a la organización a ver los riesgos, evaluar las opciones y crear soluciones para abordar cada una de forma iterativa a medida que evoluciona el entorno externo.
La tecnología es un eje fundamental para el desarrollo de una estrategia contactless. Facilita eliminar interacciones innecesarias entre las personas y los clientes; al mismo tiempo permite que estos esfuerzos sean rentables, eficientes y evolutivos a lo largo del tiempo.
5 impulsores de la tecnología sin contacto
Alta conciencia sobre la salud y la seguridad
La salud física es la principal preocupación para el consumidor en este momento, seguido por la preocupación financiera y la de recuperar su vida social. Muchas personas ya no se sienten seguras de ir a una tienda o participar en eventos sociales. Aunque la recuperación de la vida cotidiana comience a ir en auge, el consumidor tardará en recuperar la confianza y velará por su seguridad y la de los suyos.
Los consumidores digitales pueden mantener un mayor sentido de normalidad
Durante los confinamientos, los consumidores buscaron canales digitales en el esfuerzo de mantener sus formas de vida normales desde sus hogares. Una de las motivaciones fundamentales era la interconexión humana. La teleconferencia fue una alternativa para trabajar, convivir y conectar con otras personas.
Houseparty, una aplicación antes desconocida, ahora es la aplicación número 1 para reuniones sociales en 82 países.
Por otro lado, la adopción de pagos sin efectivo ha permitido mantener los hábitos de compra. Los pagos digitales y el comercio electrónico seguirán en auge, convirtiéndose en la opción para negocios de todos los tamaños.
Walmart se movió rápidamente para transformar su experiencia de compra en línea al unir su aplicación de productos perecederos con el resto de productos. El objetivo es que sus clientes satisfagan en un solo lugar todas las necesidades del hogar. Con este cambio que podría parecer sutil, las ventas en línea del mega minorista durante el primer trimestre de 2020 crecieron un 74%.
5G impulsa el desarrollo de otras tecnologías
Las tecnologías inalámbricas son fundamentales para el desarrollo eficiente de la AI, IoT y el cloud computing. A la luz del COVID-19 la importancia de la conectividad se ha hecho aún más evidente. La aceleración de la automatización para promover el distanciamiento social provoca que las organizaciones necesiten también una poderosa infraestructura de red. Las capacidades avanzadas de 5G permitirán a las empresas mejorar la experiencia interna y del cliente, a desbloquear nuevas ventajas competitivas y, por lo tanto, avanzar en la economía sin contacto.
Auge de las plataformas de experiencia humana
El “toque humano” será uno de los objetivos principales de las experiencias digitales. La falta de conexión puede conducir hacia un usuario alienado y poco conectado con las marcas. Esto da pie al aumento de plataformas centradas en las personas que buscan aportar una experiencia más humana a la vida digital de los consumidores. Se prevé que el mercado de la computación afectiva crezca 90 mil millones de $ para 2024. Si bien esta no puede reemplazar el contacto físico humano, puede detectar los estados anímicos de los consumidores, inferir sus necesidades y responder personal y emocionalmente.
Surgimiento de la nueva arquitectura tecnológica habilitada para la nube
Con la tecnología como columna vertebral de las experiencias digitales y las innovadoras ofertas sin contacto, la arquitectura tecnológica se ha convertido en una forma para que las empresas aprovechen estas oportunidades. Esto marca el comienzo de una tendencia que hace hincapié en una arquitectura de tecnología empresarial ágil y escalable, que apunta hacia una adopción más profunda de la nube. Esto ayudará a las empresas orientadas al consumidor a mejorar la eficiencia y reaccionar rápidamente a los comportamientos cambiantes de los consumidores.
En este sentido es clave implementar una arquitectura de nube corporativa eficiente, conectar los diferentes entornos de forma que ofrezcamos una única visión integrada.
Las necesidades de seguridad y alejamiento personal están para quedarse. El mercado ha cambiado de forma rápida y contundente.
Las empresas que desarrollan ahora una estrategia a largo plazo para mitigar los riesgos, al tiempo que ofrecen experiencias distintivas y centradas en el ser humano, saldrán de la pandemia con una mayor resiliencia operativa. Convirtiéndose en organizaciones más ágiles con una ventaja competitiva sostenible para responder mejor a un contexto económico cambiante y con una mayor adaptabilidad al futuro.