El outsourcing o externalización de procesos de negocios es un proceso imparable, que está afectando a todos los sectores de la actividad económica. Una posible definición sería la siguiente: la realización por parte de un tercero de aquellas actividades empresariales que no formen parte de su actividad principal. Cuando hablamos de actividad principal, nos referimos a actividades estratégicas (Strategic activities), que si constituyen una fuente de ventaja competitiva principal para la empresa, que son el núcleo de la actividad de negocio. Aunque es cierto que podemos ser muy certeros definiendo que son actividades estratégicas1, la realidad es que cada empresa define de forma diferente lo que cree susceptible de externalizar. Depende en gran manera de la cultura de empresa, ya sea multinacional o familiar, ya sea americana, japonesa o europea. De esta forma, encontramos empresas rivales, que compiten en un mismo sector y con el mismo target de clientes, que tienen un nivel de externalización totalmente diferente.
La razón o razones que llevan a externalizar un proceso de negocio, son varias:
- Mejorar costes (considerando la estructura global de costes del proceso)
- Incrementar el control sobre la actividad o el proceso
- Simplificar la gestión (centrándonos en nuestras actividades estratégicas)
- Variabilizar los costes (costes variables vs fijos)
- Mejorar tecnológicamente
- Financiar las inversiones
- Flexibilizar la operativa (respondiendo a las no-estacionalidad y a los picos de las ventas)
- Incrementar el nivel de servicio (definiendo indicadores de proceso)
- Incrementar los niveles de calidad
De esta forma, el outsourcing es una herramienta esencial para el crecimiento, la especialización, el lanzamiento de nuevas unidades de negocio, o la adaptación a los cambios tecnológicos
Adicionalmente a las razones, es importante definir el nivel de externalización que pretendo conseguir. En este sentido se pueden definir diferentes niveles de externalización dependiendo de los objetivos que persigo. En concreto, definiremos 3 niveles de outsourcing, con las siguientes características.
- Externalización de nivel 1 o de bajo valor añadido, es el caso en el que subcontrato tareas periféricas sin valor añadido para la empresa. Nos referimos a actividades auxiliares como la limpieza, seguridad, transporte, mensajería, etc,. El objetivo que persigo es simplemente evitar problemas de gestión, y no involucrarme en una actividad que no me da valor. En este caso serán contrataciones puntuales, a muy corto plazo, sin compromiso de ningún tipo.
- Externalización de nivel 2 o de valor añadido medio, es el caso en el que subcontrato actividades y/o funciones con el fin de mejorar la rentabilidad de la actividad. Buscaré una reducción del coste por unidad y un mejora en el nivel de servicio. Aquí ya no hablamos de actividades periféricas, hablamos de la gestión de almacenes, de software informático básico, de asesoría técnica, de call-centers, etc,. Buscaré un equilibrio entre la duración del contrato de externalización y el coste, con horizontes temporales de uno o varios años.
- Externalización de nivel 3 o de alto valor añadido, es el caso en el que externalizo procesos con el fin de obtener plena eficacia y proporcionar un continuo valor añadido para la empresa que subcontrata, convirtiéndose en un útil estratégico de diferenciación competitiva. Busco en la empresa de externalización a un socio industrial con el que generar ventaja competitiva. En esta caso hablamos de procesos como almacenes dedicados, procesos industriales completos, líneas de producción y/o envasado, plantas de producción dedicadas, software dedicado, etc. Se establecen contratos de media y larga duración, con importantes inversiones.
El último factor importante a definir en el outsourcing es donde se realiza el mismo, en instalaciones externas a la empresa que lo contrata o en las instalaciones de la misma. En muchos casos puede ser más efectivo que los procesos se externalizen en las propias instalaciones de la empresa, siempre y cuando este bien definido el alcance del proceso, la propiedad de los recursos productivos y otros elementos que deben cuidarse para que sea una proceso de externalización real, con sustantividad propia.
Oportunidades en el sector farmacéutico
El sector farmacéutico es un sector que cada vez es más competitivo, en el que la presión de costes y servicio es cada vez mayor. En él, se está empezando a reproducir el mismo escenario que se produjo en otros sectores como automoción, alimentación, electrónica de consumo. Sectores en los que la externalización es una herramienta básica para resistir la presión del mercado. El reto para los laboratorios y otras empresas del sector, es gestionar sus procesos de negocio tal y como se hace en estos otros sectores más competitivos, aplicando sus mejores prácticas operativas.
Las empresas de externalización que trabajan ya en otros sectores pueden ser una herramienta clave para conseguirlo. En nuestro caso, en CTC Externalización S.L., tenemos ya una amplia experiencia de externalización de procesos de negocio en sectores muy competitivos, de forma que estamos aplicando modelos que funcionan en dichos sectores al sector farmacéutico, en el que ya tenemos varios clientes. Nuestra experiencia actual en el sector farmacéutico va desde externalización en las instalaciones de nuestros clientes (proyectos in-house), como en nuestras propias instalaciones. En ambos casos, nuestra forma de operar es parecida, aplicamos un sistema de mejora continua de procesos con indicadores de gestión que nos permiten conseguir una mejora constante de las operaciones. Esta forma de operar nos permite un crecimiento continuo en las operaciones que gestionamos, de forma que el mayor crecimiento lo obtenemos en nuestros propios clientes, consiguiendo realizar cada vez más procesos de negocio para ellos.
A esta orientación a la mejora de procesos se une nuestra certificación ISO en gestión de almacenes farmacéuticos y el disponer de un personal preparado y con experiencia en el sector.
A nuestro modo de ver, el outsourcing será en los próximos años una importante fuente de ventaja competitiva para las empresas del sector farmacéutico que decidan utilizarlo. Empresas que entiendan el potencial que tiene como herramienta esencial para generar ventaja competitiva respecto a los competidores, realizando externalización de procesos de valor añadido cada vez más alto.
Referencias:
1 Is it core or strategic? Outsourcing as a strategic management tool. Denis Chamberland • IVEY MANAGEMENT SERVICES • July/August 2003