El aumento de la utilización de aparatos tecnológicos con acceso a internet ha dado lugar al concepto ‘El Internet de las cosas’ (IoT – Internet of Things). Bajo este concepto, poco a poco, han ido apareciendo dispositivos aplicables a las cadenas de suministro que permiten mejorarlas y hacerlas más seguras y eficientes.
El internet de las cosas (IoT) y el crecimiento exponencial que experimentará en los próximos años, transformarán por completo las empresas, los países, y abrirá el camino de lo que será una nueva era de crecimiento económico y competitividad, donde el trabajo en conjunto de personas, datos y dispositivos inteligentes, tendrán una repercusión de gran alcance sobre la productividad, el funcionamiento de las industrias y la eficiencia de las mismas.
Las predicciones apuntan a que en tan sólo 5 años, el crecimiento de este tipo de dispositivos se multiplicará por 30 en la industria. Algunos hablan ya de la cuarta revolución industrial. Este crecimiento impactará, irremediablemente, de manera directa, en la forma de operar de las cadenas de suministro, cuyos responsables deberán adaptarse a esta nueva realidad y su gran potencial, debiéndose preparar para afrontar lo que implica la implementación de estas soluciones.
Lo que en un principio aceptamos como una nueva forma de valorar la eficiencia operativa, se ha convertido en la más potente herramienta a la hora de buscar crecimiento en las oportunidades inesperadas. Un crecimiento que se enfoca en tres vertientes bien diferenciadas:
1. El aumento de los ingresos a través de una mayor producción y el desarrollo de nuevos modelos de negocio híbridos.
2. Potenciar la innovación a través de las tecnologías inteligentes.
3. Transformar la fuerza de trabajo.
La implementación de tecnologías inteligentes en las compañías no es algo nuevo, desde hace más de una década, infinidad de dispositivos y soluciones se han ido haciendo hueco en la industria. Algunos ejemplos de ello son los códigos de barras, sensores ambientales, RFID (identificación por radio frecuencia), GPS o los RTLS (sistemas de posicionamiento en tiempo real). Todos estos sistemas han contribuido a evitar o reducir problemas y realizar un seguimiento de los activos físicos.
Pero el internet de las cosas, va más allá, proporcionando una visibilidad instantánea de las cadenas de suministro, centros de distribución, puertos terrestres y marítimos, que contribuye a eliminar la ineficiencia en sectores como la industria, el transporte y el retail; entre muchos otros.
La integración del IoT facilitará la automatización de todo el proceso de fabricación y mejorará la visibilidad de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Si hablamos de aplicaciones, el IoT, permitirá identificar, localizar o medir el estado de los activos, personas o transacciones de los negocios. Y esa visibilidad que ofrece se traduce en una mejora en la toma de decisiones, la posibilidad de aprovechar mejor los recursos y mejorar también el seguimiento; lo que a su vez permite mejorar la calidad de los productos mientras se reducen gastos operativos y se mejoran los plazos de entrega y el servicio al cliente.
Uno de los aspectos más preocupantes es la trazabilidad del producto en tránsito, ya que resulta muy complicado conocer el paradero exacto del producto en cada instante, desde que sale de la planta de fabricación, hasta que llega al minorista o al cliente final. A este respecto, por ejemplo, el IoT permitirá a través de la ubicación GPS conocer el posicionamiento y gracias a una nube, almacenar todos los datos del mismo, mejorará y simplificará el proceso.
1 comment
[…] Internet de las Cosas es el futuro. El Internet de las Cosas (IoT) podría convertirse en la pieza fundamental de lo que […]