Imagina que tu cuerpo sea capaz de conectarse a un centro de datos. Estos datos pueden ayudar a prevenir y gestionar tu estado de salud y otras actividades para mejorar tu vida cotidiana. ¿Lo creemos posible?, ¿lo vemos éticamente aceptable?.
El Internet de los Cuerpos, es una de las tecnologías derivadas del desarrollo del Internet de las Cosas, y que ha creado bastante controversia ante los retos, beneficios y posibles inconvenientes que esta supone para las personas.
¿Qué es Internet of Bodies (IoB)?
Internet of Bodies (IoB) se refiere a dispositivos colocados o implantados en el cuerpo humano que mantienen un diálogo continuo entre una variedad de puntos de contacto por medio de Internet. Esta tecnología utiliza el cuerpo como una plataforma de información. Puede parecer espeluznante, sin embargo, analizándolo puede producir infinidad de nuevas posibilidades.
Sin duda, IoB puede permitir a las personas con afecciones médicas, como la diabetes, vivir con una mejor calidad y por más tiempo. Esta tecnología nos permite controlar de cerca y en tiempo real la glucosa de la sangre y controlar las funciones del cuerpo, utilizando simplemente una aplicación.
Existen 3 tipos de IoB, que se clasifican según el lugar donde se encuentre el dispositivo o sensor:
La primera es la de uso externo, que incluye los ya conocidos Apple Watches y Smart Bands de Fitbit, entre otros. Ya nos es novedad que estos dispositivos pueden monitorizar de forma continua nuestros cuerpos con sus aplicaciones para la salud y están siendo muy utilizados en el mercado recientemente.
La segunda es los dispositivos para uso interno, donde se comprenderían avances recientes en marcapasos o implantes. La tercera categoría son los desarrollos relacionados con los dispositivos incrustados en el cuerpo. Incluye sensores enterrados dentro de la piel. Uno de los ejemplos son los interfaces cerebro-computadora (BCI), aunque parezca de ciencia ficción, es una interfaz computarizada donde el cerebro humano se fusiona con un dispositivo externo, lo que permite una conexión a tiempo real con computadoras remotas que reciben actualizaciones constantes, con el propósito de controlar y monitorear.
Ejemplos en desarrollo, IoB más cerca de lo que te imaginas
El ejemplo más sonado: los desfibradores o marcapasos inteligentes
Uno de los ejemplos más sonados es el desfibrador o marcapasos. Se trata de un pequeño dispositivo colocado en el abdomen, que ayuda a los pacientes con afecciones cardíacas a controlar los ritmos cardiacos anormales, por medio de impulsos eléctricos. También rastrea información a tiempo real, vinculando el marcapasos con una aplicación de móvil.
Ya en uso y en el mercado: La píldora inteligente
Los sensores ingeribles, comienzan a aparecer en el mercado de la salud. Está tecnología está “embebida” en forma de píldora, con la posibilidad de evaluar el clima intestinal a medida que el sensor realiza su trayecto, enviando los datos a un teléfono inteligente. Imagina tener un diagnóstico en tiempo real acerca del estado de tu sistema digestivo, detectar padecimientos y darles seguimiento; o por medio de la información recopilada, diseñar una dieta perfecta para tu organismo. Las posibilidades son muchas.
También estas píldoras pueden utilizarse para la “quimioterapia digital”. La empresa Proteus digital ha sido la encargada de desarrollar esta tecnología que puede ayudar a optimizar, registrar el tiempo, la dosis y el tipo de quimioterapia tomada, y combinarse con datos sobre reposo, actividad y frecuencia cardíaca en reposo. La información también se puede compartir con farmacéuticos o cuidadores a través de una plataforma móvil segura.
A la vuelta de la esquina: Lentes de contacto inteligentes
Se están desarrollando «lentes de contacto inteligentes» que integran sensores y chips que pueden monitorear los diagnósticos de salud basados en la información del ojo y el fluido ocular. Tiene como objetivo monitorear los niveles de glucosa, sin pinchazos repetidos durante todo el día.
También fuera del sector de la salud, los lentes de contacto inteligentes pueden ser utilizadas para grabar imágenes y videos, inclusive hacer zoom. En este desarrollo apuestan grandes compañías como Sony, Google, Samsung, vinculándolo al desarrollo de la Realidad Virtual.
IoB también utilizado para tus actividades día a día
No todas las aplicaciones para el Internet of Bodies están dirigidas para el sector de la salud. La empresa Biohax desarrolló un chip del tamaño de un grano de arroz, con la posibilidad de abrir puertas, pagar simplemente con un movimiento de la mano e iniciar sesión en dispositivos. Estos sensores fueron aplicados a 50 empleados de la empresa Three Square Market, para gestionar automáticamente todas estas acciones cotidianas dentro de la compañía.
Retos para el aprovechamiento y desarrollo del Internet of Bodies
Existe una gran preocupación acerca de las implicaciones de conectar el cuerpo humano a Internet. La necesidad y el deseo por parte del consumidor existe, pero los retos éticos, de seguridad y control aún están en desarrollo. Desde hace ya algunos años hemos visto algunas modas impuestas por el consumidor en tatuajes digitales, o biohackers insertándose chips de computadora dentro de la piel. También la necesidad de nuevas formas de cuidado y seguimiento para padecimientos a largo plazo o para mejorar la calidad de vida. Ahora aunado al desarrollo de la Inteligencia Artificial, las posibilidades y la aceleración de oportunidades para esta tecnología, definitivamente se multiplican.
La preocupación principal, es la pérdida y control de la privacidad. Se deben determinar quién puede acceder a los datos y con que propósito. Un ejemplo sencillo: Un dispositivo que monitorea los diagnósticos de salud, puede detectar comportamientos pocos saludables. ¿Podrán las compañías de seguros acceder a esa información? Es de vital importancia determinar los límites.
Otro aspecto importante, es la vinculación con la IA. La Inteligencia Artificial tiene el poder de procesar instantáneamente cantidades masivas de datos y utilizar algoritmos de aprendizaje automático para sacar conclusiones. Lo importante en esto no son solo los datos en sí, si no las inferencias que se pueden extraer de estos. Con el análisis de datos es posible predecir y rastrear comportamientos, editar o eliminar anomalías genéticas y someter a los ciudadanos a estar vigilados 24 horas al día. ¿Cuál es el límite?, parecería un escenario distópico, pero es necesario visualizar estos escenarios para poder prevenirlos.
Otro desafío relevante que de igual forma afecta al desarrollo de Internet de las Cosas es la seguridad. Con la diferencia que, en el Internet de los Cuerpos, una falta de seguridad puede tener consecuencias mucho más graves, al estar conectado a una persona. Es necesario el desarrollo de seguridad cibernética para protegerse de piratas informáticos. Las compañías que decidan aplicar esta tecnología deben prevenir y aclarar al consumidor de que forma están protegiendo sus datos y la privacidad. En resumen, IoB abrirá una nueva dimensión de problemas en seguridad cibernética, ya que el mal funcionamiento o grietas de seguridad en los dispositivos pueden tener repercusiones masivas.
A medida que la tecnología del Internet of Bodies siga creciendo, habrá que resolver los problemas legales y reglamentarios y construir políticas en torno al uso adecuado de la tecnología. Lo primordial: la privacidad y la ciberseguridad deben implementarse desde el primer momento. Es necesario que sepamos por medio de políticas claras, como debemos de utilizar esta tecnología y que el consumidor tenga el control de sus datos. Es una tecnología que propone un cambio disruptivo que tiene el poder de cambiar el significado de la autonomía personal. Pero también, tiene el poder de salvar vidas, de prevenir enfermedades y facilitarnos la vida.