La Nueva Normalidad está aquí, en menos de cuatro meses el COVID-19 ha cambiado la economía global para siempre. Uno de los sectores con mayor compromiso de cambio es la logística y la cadena de suministro que tendrá que moverse rápidamente para adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor y a un nuevo orden mundial.
Los humanos somos optimistas por naturaleza, siempre que hay una crisis, directamente hablamos de recuperación y reactivación. Así la humanidad se ha sobrepuesto a guerras, desastres naturales y crisis económicas; enfocándonos en que eventualmente las cosas mejorarán nuevamente y la gente reanudará la normalidad.
Sin embargo, como resultado de la pandemia del coronavirus, nos enfrentaremos a cambios en la sociedad y la logística que serán duraderos, incluso al paso de los años.
Algunos de los aspectos que serán foco del cambio en el mundo de la logística y de toda la cadena de suministro se centran en lo siguiente:
Gestión de SRM y la diversificación de las fuentes de suministro
Antes de la pandemia muchas empresas dependían del abastecimiento de proveedores chinos, inclusive llegando a centrar su funcionamiento solo de este factor. Buscar y diversificar en otras alternativas será una estrategia inteligente de adaptación y resiliencia.
Es importante que las empresas analicen su huella global en su cadena de suministro para evitar el riesgo derivado de la geografía. Si algo nos ha enseñado esta crisis es que las empresas que han desarrollado e implementado la gestión de riesgos en la Gestión de Relación con Proveedores (SRM) están mejor preparadas para mitigar el impacto comercial de la crisis.
Es clave implementar evaluaciones de riesgos en la SRM y planes de continuidad comercial, no solo en términos de geografía, también en riesgos económicos y políticos de los países donde se encuentran los proveedores.
Se alentará la búsqueda de proveedores de cercanía, dando la oportunidad de reducir costes y estimular el terreno productivo europeo. La apuesta por la automatización y la robótica se convertirá en un aliado irrefutable para impulsar estos desarrollos y hacerlos más rentables.
Para que las empresas puedan mitigar el impacto de la crisis, es recomendable tener productos estratégicos de múltiples fuentes para reducir la dependencia en un proveedor. Cuando un segundo proveedor no sea posible, el proveedor único tiene que ofrecer instalaciones de producción en diferentes geografías para mitigar posibles riesgos logísticos, como el cierre de fronteras.
Las empresas elevarán sus inventarios y diseñaran planes B de suministro
Durante el confinamiento y el comienzo de la crisis COVID-19, las empresas con bajos niveles de inventario se vieron especialmente afectadas. Aprendiendo de esta experiencia, se prevé que la industria optará por mantener niveles de inventario más amplios, como medida que amortigüe la seguridad. Esto sucederá, sobre todo, en sectores como el farmacéutico. Esta tendencia se verá reforzada con la puesta en escena de proveedores alternativos, generando planes B tanto de suministro como de aprovisionamiento logístico.
Se favorecerá a las empresas con cadenas de suministro menos tensas, con la posibilidad de adaptarse a los cambios con enfoque sostenible y de resistencia. La apuesta por la innovación seguirá siendo un aspecto fundamental para trascender y lograr mantenerse en un mercado que seguirá cambiando.
E-commerce, el ganador de la crisis.
El e-commerce surgirá como el mayor ganador de la crisis. Incluso las personas que antes nunca habían comprado por internet lo habrán probado. La demanda para adquirir en línea todo tipo de productos, crecerá a pasos agigantados, por lo que el desarrollo, la apuesta logística y tecnológica de last mile delivery, será un aspecto que debemos de atacar de inmediato, en paralelo al crecimiento de la demanda. El comercio en línea, está en auge y no desaparecerá a lo largo del tiempo.
Esto también debe ser un señal de alarma para que las tiendas físicas no lo pasen por alto e inviertan en la digitalización y diversificación de su negocio, apostando por el online, como vía alternativa, es lo que llamamos la convergencia del retail y online y la servitización del producto. Para los desarrolladores esta será una buena oportunidad para diseñar alternativas adecuadas para todo tipo de negocios, de cualquier tamaño.
Los bienes estratégicos
La gestión del inventario forja un papel fundamental en el flujo de operaciones de una compañía. Como lección aprendida durante el COVID-19, los ejecutivos de compras y de la cadena de suministro necesitan revisar de cerca la política de compras y aprovisionamiento y desarrollar estrategias de suministros de productos críticos de alto valor. Un ejemplo: muchas empresas sufrieron severamente por falta de mascarillas y otros equipos de seguridad industrial, que impedía la ejecución de los procesos operativos de la compañía. Es vital que las empresas dejen de “optimizar” el material de trabajo, y aseguren este tipo de artículos. Como en todo, debemos buscar el óptimo global de la compañía y no los óptimos locales.
Otro tema que resulta interesante, son las entregas just in time. Con las recientes interrupciones en el suministro, es importante replantear la estrategia para determinar que productos deben almacenarse para asegurar la cadena y reducir las emergencias o interrupciones dentro de la organización. No hablamos de nada nuevo, ya lo definía perfectamente Peter Kraljic en 1983 en su artículo de referencia, Purchasing must become supply management. Nos hemos cansado de repetirlo y parece que ha tenido que ser una pandemia global la que haga que muchas empresas se replanteen de una vez como hacer las cosas.
Digitalización de la cadena de suministro
El auge del comercio electrónico nos da la pauta para la digitalización. En el caso de la entrega de última milla, los conductores de reparto se han encontrado en la primera línea de la crisis. Muchas veces con situaciones difíciles, que han puesto al capital humano en situaciones estresantes, inseguras e incluso injustas. Por otro lado, el consumidor en confinamiento exige las máximas garantías de seguridad y las entregas sin contacto. Estas últimas, permanecerán durante un tiempo indeterminado.
La tecnología aquí tiene un papel fundamental. Para asegurar la entrega contact-less durante este tiempo, es posible implementar entrega por medio de robots autónomos. La empresa JD.com, minorista en China, ya lo ha implementado. La empresa DHL junto con el fabricante alemán de drones Wingcopter, lanzarán el proyecto para adoptar drones aéreos para la entrega last mile.
Ya lo comentaba en un artículo pasado: https://ignasisayol.com/es/last-mile-delivery-desafio-logistica/
Un enorme potencial de aplicación tecnológica, lo tienen los vehículos autónomos y drones. Crean la posibilidad de entregar productos a consumidores, sin contacto y de forma efectiva. Se han realizado varios testeos, sus resultados positivos alientan a que se agilicen los procesos de aprobación y regulación de la tecnología. Esto lleva tiempo en desarrollarse, pero un cambio importante y digno de subrayar, es que el consumidor antes podría tener una resistencia y desconfianza ante el uso de robots en la vida cotidiana. Ante el aislamiento, es posible incluso, que los clientes prefieran esta opción a una interacción humana.
Otra oportunidad inminente es la implementación de tecnologías de Inteligencia Artificial y algoritmos para predecir la demanda. ¿Recordáis la escasez de papel higiénico? En realidad, nunca existió. Los almacenes de supermercados cuentan con alrededor de 17 días de inventario. ¿Entonces que sucedió? El problema fue una falta de comunicación y señalización para una reposición oportuna. Los algoritmos no contaban con datos históricos para predecir este cambio de demanda, ya que vivían una situación empresarial sin precedentes.
Aprendiendo este “fallo” de la IA, la adopción y adecuación para que no vuelva a suceder este tipo de situaciones se ha dado de forma casi inmediata. La Inteligencia Artificial se posiciona como una alternativa para digitalizar los datos del inventario. En este caso los supermercados, pueden adaptarse rápidamente a los cambios de la demanda, ya que los datos pueden actualizarse directamente y en tiempo real desde las estanterías, en lugar de realizar pedidos manualmente.
Lo que hemos vivido los últimos meses, traerá grandes cambios en todos los sectores. En el sector logístico se reafirma una gran responsabilidad para ser el canalizador de nuevas formas de mercado, creación de cadenas mucho más fuertes y un mundo que se ajustará a un ritmo diferente. Estamos a la expectativa, de muchas nuevas oportunidades y retos en la logística. Pero lo que está claro es que la digitalización, el “repensar” las cadenas de suministro y la seguridad de nuestros empleados, son los pilares para salir empoderados y construir escenarios ganadores en esta Nueva Normalidad que nos viene encima.