Vivimos en una época donde la responsabilidad de todos los sectores se inclina hacia la evolución a procesos empresariales más verdes. Los problemas ambientales se han convertido en preocupaciones críticas en todo el mundo, y las organizaciones están bajo presión para desarrollar operaciones amigables y responsables con las personas y el medio ambiente.
Este compromiso es, sin duda, la palanca fundamental hacia la logística verde por parte de las empresas, los gobiernos y los consumidores. La logística tradicional ya no puede cumplir con las expectativas de esta sociedad moderna ya que es innegable que sus procesos y sistemas tienen un gran impacto en el medio ambiente. Por todo ello, es imperativo que las organizaciones rediseñen y repiensen como hacen las cosas. Que caminen hacia la reducción de los efectos dañinos para el entorno, por el bien de la sociedad y por la evolución hacia la innovación de las operaciones logísticas.
Una de las razones más importantes detrás de la adopción de la estrategia ecológica en la logística puede centrase en la reducción de la carga hacia el medio ambiente causado por el despilfarro de recursos naturales y el impacto negativo al entorno por parte de la industria. En este aspecto, las operaciones logísticas han contribuido enormemente para elevar el nivel de la contaminación del aire, el agua, etc.
La logística en el mundo representa un sector que deja una alta huella de carbono. Se estima que el 8% de las emisiones globales de CO2 provienen de operaciones logísticas. Por lo que su papel dentro de una economía global más sustentable es imperativo.
¿Qué abarca la Logística Verde?
Ante el reto eco-sostenible, que ya no es posible posponer, la logística verde (Green Logistics) describe todos los esfuerzos para medir y minimizar el impacto ecológico de las actividades logísticas. Esto incluye la huella de carbono de la cadena de suministro, ocuparse de la eliminación de residuos, embalaje, reciclaje, reducción del consumo de energía, etc.
Se centra en los esfuerzos de las compañías para implementar operaciones más sostenibles y reducir sus emisiones. Donde el objetivo principal es coordinar las actividades logísticas e implementarlas de forma que beneficie la economía, el medio ambiente y la sociedad.
3 estrategias de logística verde y más rentable
1. Apuesta por la logística digital
Las herramientas digitales son un facilitador hacia una logística más eficiente y verde. Por medio de la logística digital, como las soluciones de logística en la nube, es posible conectar todos los sistemas y crear una forma de trabajo a través de silos. Esto permite una visibilidad de las operaciones que de una forma tradicional es imposible. Con ello es mucho más sencillo eliminar actividades que ya no son útiles, por lo que los procesos se hacen más efectivos y a la vez más sostenibles.
Otro aspecto sencillo, pero a la vez importante es el ahorro de papel. Gestionar el trabajo por medio de la nube, permite ahorrarnos miles de impresiones en papel que tendrían que viajar de un lugar a otro para poder movilizar el sistema.
La tecnología digital aplicada a la logística puede proporcionar total transparencia en las operaciones y es la forma más rentable de integrar la sostenibilidad en la gestión de la cadena de suministro. Esto es una labor que debe hacerse tanto si se define los esfuerzos como logística verde como si no.
La transformación digital, como ya hemos mencionado en otros artículos, es un proceso necesario para mantenerse competitivo.
2. Compartir activos logísticos
La falta de un flujo continuo y la desconexión entre procesos es uno de los grandes factores de mal uso de recursos. En cambio, la colaboración entre los diferentes socios puede hacer que las operaciones logísticas sean más sostenibles.
“Compartir activos logísticos” es una de las formas para reducir la huella de carbono en la logística, propuesta por ALICE (Alianza para la Innovación Logística a través de la Colaboración Europea). Se refiere a la unión de recursos de espacio para aprovechar y optimizar al máximo la capacidad de carga de camiones, contenedores y trenes. Este uso compartido permite reducir o eliminar el número de viajes con poca carga o incluso vacíos, que es un gran problema de la logística en la actualidad. Al compartir activos podemos reducir el número de recorridos vacíos entre un 15% y un 40% por lo tanto reducir emisiones y hacer procesos más rentables, un resultado win-win.
https://www.etp-logistics.eu/roadmaps/sustainable-safe-and-secure-supply-chains/
Se trata de avanzar en el revolucionario concepto del Physical Internet que ya hemos tratado en otro artículo.
3. Optimización de las rutas de transporte
El transporte es una de las fuentes que produce más emisiones de gases de efecto invernadero. Optimizar las rutas es una gran herramienta para que los productos se muevan de la forma más eficiente posible. Trazar rutas más inteligentes, que evitan el tráfico, los obstáculos y otros factores pueden reducir la huella de carbono y ser mucho más eficaz en las entregas.
Otra ventaja significativa es el ahorro de combustible, por lo que rediseñar las rutas y planificar los tiempos beneficia tanto a la empresa como al medio ambiente.
¿Qué pasará si no actuamos hacia la logística verde?
Las empresas de todos los tamaños y las operaciones logísticas que no apuesten decididamente por el cambio hacia la responsabilidad ecológica se quedarán atrás de la evolución del mercado, dejarán de ser competitivas.
Este se ha convertido en un gigantesco esfuerzo que une empresas y proveedores logísticos, que en coordinación están generando estrategias para reducir la huella de carbono. A medida que las preocupaciones ambientales se han convertido en una prioridad más alta para los consumidores, más empresas se comprometen hacia objetivos sostenibles, en un esfuerzo por ser lo más ecológicos posible. Esto les dará una propuesta de venta única para ganar nuevos clientes que incluso están dispuestos a pagar más por productos y servicios más responsables.
Si una empresa no apuesta por una logística verde, a la larga (y puede ser que no tenga que pasar mucho tiempo) se encontrará en una desventaja significativa.
En cambio, con una gestión de la cadena de suministro centrada en prácticas sostenibles, se crean procesos eficientes que reducen el consumo de recursos y sus costes asociados. Definitivamente es esta una verdadera revolución que implica al mundo de la logística, donde la innovación y la transformación digital están de su lado para empoderar el cambio.
La logística no es contaminante per se, el reto está en crear procesos logísticos sostenibles y de cero emisiones. Debemos repensar como hacemos las cosas, no hay otra alternativa. Para conseguirlo tenemos multitud de tecnologías disponibles, sólo hay que poner manos a la obra, quién no lo haga saldrá del mercado tarde o temprano.