Hace un año, quizá algo más de tiempo, que venimos leyendo y escuchando hablar en los medios de comunicación sobre un futuro muy cercano en el que los vehículos prescindirán de un conductor al volante. Pero no solo los medios, gigantes como Google o Uber, e incluso fabricantes como Ford o Mercedes Benz, también auguran un futuro en el que vehículos autónomos no precisarán de una persona al mando…
Mercedes-Benz ha presentado lo que considera el camión del futuro, al que ha llamado “Future Track 2025”. Un modelo que supone un gran avance en eficiencia, seguridad y trabajo en red. Se trata de un vehículo con un sistema piloto automático integrado que permite al conductor descansar o realizar otras tareas mientras el camión se encarga de hacer llegar la carga a su destino de una manera segura y eficiente.
El prototipo de Mercedes-Benz supone toda una revolución para el tráfico rodado y su infraestructura, para la conducción profesional y para el sector del transporte por carretera y tiene, entre muchos otros objetivos y ventajas, asegurar el más alto nivel de seguridad del tráfico, impulsar la creación de redes con gestión inteligente de datos, conservar los recursos y reducir las emisiones. Hay que tener en cuenta que más del 90% de los accidentes se producen por errores humanos.
También ha salido recientemente a la luz una patente del gigante Google, que describe un vehículo sin conductor con taquillas para transportar paquetes.
Según publica la revista Quartz, Google pretende que los destinatarios del envío reciban un código PIN que teclearían en la taquilla correspondiente cuando el camión llegue a su puerta.
La patente no ofrece detalles sobre el funcionamiento autónomo del vehículo. Aunque sí hace referencia a elementos habituales en prototipos de coches u otros vehículos que funcionan sin conductor: sensores de radar y láser, cámaras de vídeo, mapas de navegación, sistemas de comunicación que conectan el vehículo con un controlador externo, etc.
http://qz.com/613277/google-wants-to-deliver-packages-from-self-driving-trucks/
La industria muestra un gran optimismo ante esta posibilidad, pero lo cierto es que, aunque ya se esté probando esta tecnología, el vehículo sin conductor tiene un camino recorrer que presenta más obstáculos que los tecnológicos:
Altos costes
Actualmente, los costes que implicarían el poder poner un vehículo con estas características a circular por las calles son demasiado elevados. Lo que sin duda, hacen que la masificación de los camiones sin conductor se encuentre algo lejos.
Normas que rigen la seguridad vial y trabas legislativas
Tampoco a nivel legislativo estamos preparados en prácticamente ningún país del mundo. Si ya hablábamos hace algunos meses del gran problema que supone para el desarrollo y la innovación los frenos a nivel legislativo que nos encontramos en el uso de drones, en este caso el panorama no es mucho más optimista; Gobiernos, tanto locales como nacionales, se muestran inseguros a la idea de poner millones de vidas humanas en manos de robots. La regulación actual toma como protagonista de la conducción a la persona que está al volante.
Rechazo por parte del sector
No podemos obviar que millones de personas trabajan a tiempo completo como conductores profesionales y, sin duda, este tipo de tecnologías será rechazada en un principio. No estamos ante nada nuevo en la historia de la humanidad, las revoluciones tecnológicas implican que se dejan de hacer ciertas cosas y se hacen otras, los fabricantes de carruajes también se quedaron sin trabajo cuando aparecieron los coches. Seguramente los conductores profesionales pueden hacer otras cosas relacionadas con el transporte de personas y mercancías en el que están involucrados. En cualquier caso, será un camino largo donde todo el mundo tendrá tiempo de adaptarse, si quiere.
Sin embargo, los beneficios son muchos, tanto a nivel de seguridad, como de gestión, optimización de recursos e incluso a nivel medioambiental. También colectivos cada vez más amplios como son las personas con discapacidades, ya sea por enfermedades o por la edad esperan ansiosamente este tipo de soluciones que les cambiarían la vida, dándoles una autonomía de la que ahora no disponen.
Todo estos factores, sino en un plazo muy corto, sí medio, se inclinarán a favor de los vehículos autónomos y comenzaremos a verlos como algo normal en las carreteras en unos 5 o 6 años, me atrevo a augurar.
El primer cambio radical en los próximos 2-3 años será la introducción imparable de los coches eléctricos, después vendrán los coches autónomos y seguramente más adelante la capacidad de desplazarse no sólo por el suelo, de poder hacerlo por otras superficies, agua, aire…
En fin, estamos ante un futuro apasionante si sabemos aprovecharlo, en este caso, como siempre, la innovación debe mover a las empresas ya los emprendedores, hay que apostar por este nuevo mundo que nos espera.