Emprender es, con seguridad, una de las decisiones más importantes en la vida de una persona. Es tomar la decisión de convertir una idea o una simple ilusión en tu camino.
Cierto es que se habla mucho, especialmente desde hace unos años, de emprendimiento. En parte se debe a la necesidad de buscar salidas ante una complicada situación que atravesamos desde hace años. En parte, la era digital y las nuevas tecnologías han abierto nuevos caminos y posibilidades a aquellos que han sabido detectarlas y aprovecharlas.
Pero emprender no es algo que deba tomar a la ligera. Y no todas las ideas o ilusiones tienen capacidad para convertirse en negocios rentables. Así es que, lo mejor es desechar la idea de lanzarse a la piscina de cabeza esperando que si no hay agua se llene antes de estrellarnos y comprobemos que hay profundidad suficiente. O lo que es lo mismo, analizar previamente si existe una verdadera necesidad en el mercado –para que tu producto o servicio sea vendible– y si dispones de los recursos para satisfacerla.
Si ese análisis da como resultado un sí, es momento de emprender. Comienza a elaborar tu plan de negocios y, te aconsejo además tener en cuenta lo que considero las 8 claves fundamentales para emprender con éxito:
- Dominar la especialidad
Es muy importante para que un proyecto funcione que el líder conozca la especialidad, a ser posible, que sea un experto en la materia. Sólo de la observación cuidadosa del sector se pueden sacar buenas ideas; estar preparado es imprescindible.
Por lo tanto, céntrate en tu sector o especialidad. Analiza la oferta que ya existe y en base a ello desarrolla tu ventaja única de compra, lo que se llama «order winner”.
- Pasión
Tu empresa o proyecto será algo que te reclamará muchas horas, así que mejor un negocio que te guste, que te entusiasma, en un sector que te apasione. La pasión es el motor que nos permite seguir adelante cuando las cosas no acaban de funcionar.
- Desarrolla tu modelo de negocio
Es muy importante que definir previamente cuál será nuestro modelo económico (ingresos, clientes, precio, día de pago, costes variable y fijos) así como algo que muchas veces no se hace bien, el modelo financiero (inversión en circulante: stocks, clientes, inversiones y financiación).
Un error común de muchos emprendedores es olvidar la inversión en circulante necesaria. Las empresas, normalmente mueren por falta de circulante, por no tener dinero líquido para poder pagar a los trabajadores, proveedores, seguridad social, etc.
Es muy importante definir la financiación total que necesitarás, incluyendo el circulante necesario. En este sentido, es bueno practicar el bootstraping.
Bootstraping es un término inglés que se utiliza para referirse a algo que se empieza sin recursos o, si no, con muy pocos recursos. Si lo llevamos al terreno de los negocios significa ejercer alguna actividad emprendedora con poco o ningún capital, utilizando sólo los medios que se tienen al alcance (un local o un garaje, un teléfono, un ordenador, etc.). Cuanta menos financiación necesitemos, mejor.
- No alargar los procesos en exceso
Esperar a tener un producto o servicio totalmente perfecto no es buena idea. En cuanto sea viable, lánzalo. Salir al mercado, te permitirá saber si lo que ofreces realmente interesa, lo que puedes mejorar, cambiar, etc.
- Crear alianzas estratégicas
Este camino no será fácil, por ello recorrerlo acompañado será mejor. Busca socios que cuenten con habilidades o recursos que te sean de ayuda, que te permitan compensar carencias, etc.
No se trata de aliarte con cualquiera, analiza lo que ofreces, hasta donde quieres llegar, cómo lo quieres lograr, qué necesitas para ello… Estarás así identificando cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades. Y podrás, por tanto, determinar si lo que necesitas en un socio, un inversionista, un distribuidor, etc.
- Emprender con éxito implica buscar clientes
Emprender exige a cualquier emprendedor que gran parte de sus energías sean destinadas a buscar clientes. Obsesionarse con obtener fondos de inversión o cualquier tipo de financiación no es buena idea. Por supuesto que aprovechar el ecosistema emprendedor (ayudas y oportunidades de grandes empresas, inversores y administraciones públicas pueden suponer de gran ayuda, dar un impulso a tu negocio. Si llega o es posible, bien. Pero si no, tu idea debe seguir siendo viable y rentable y eso solo es posible si tienes clientes.
- Open Innovation
Por muy buena que sea tu idea, no la encierres ni ocultes. Al contrario. Estamos en la era de la Open Innovation, muestra a cuantos más mejor tu proyecto, enséñaselo al mundo. Cuantos más lo conozcan, mejor. Si las sabes aprovechar, las opiniones de los demás se convertirán en poderosas herramientas de ayuda.
- Una imagen vale más que mil palabras
Si tu producto o servicios muy bueno pero tu imagen no es capaz de transmitirlo, tienes un gran problema.
La imagen de tu marca, tanto a nivel online como offline, es fundamental para el éxito de tu negocio.
Para terminar, te recomiendo armarte de valor. Para afrontar cada reto u obstáculo que se presente y para saber plantar cara al fracaso. Un emprendedor debe saber que el fracaso puede ser el principio del éxito, la oportunidad de empezar de nuevo con más inteligencia.