El Cloud computing y la virtualización son dos de las tendencias que más interés tienen a nivel empresarial. Son conceptos que utilizamos a diario pero no siempre sabemos exactamente su significado. Si vamos a la wikipedia encontramos las siguientes definiciones:
Cloud computing: “La informática en la nube (del inglés cloud computing), es una forma de computación que tiene sus fundamentos en Internet y mediante la cual, los recursos compartidos, software e información, se proporcionan ordenadores y otros dispositivos a la carta como servicios“.
Virtualización: “es un mecanismo que permite compartir una máquina física para ejecutar varias máquinas virtuales. Estas máquinas virtuales comparten los recursos libres de CPU, memoria, disco y conexión de red que de otra manera estarían sin aprovechar esperando sólo puntas de trabajo “.
Es decir, la virtualización es una técnica que permite compartir un recurso físico para varios usuarios virtuales, elemento necesario para dar servicios de red (Internet), pero no necesariamente ligado solo a Internet, se podría dar en un entorno privado, mientras que el cloud computing es una manera muy potente de obtener servicios distribuidos y accesibles en cualquier lugar. Esta última idea si que es muy potente cuando hablamos de cadenas de suministro, aunque podemos considerar que virtualización y cloud computing son conceptos que van asociados, ya que el cloud computing utiliza la virtualización como herramienta imprescindible para garantizar los servicios que da.
Cuando hablamos de cadena de suministro en la nube hablamos de garantizar un desarrollo de colaboración en Internet desde el comienzo de la cadena hasta que el producto llega a manos del consumidor. Quieren hablar del uso de la informática en la nube de forma intensiva, ya que es la manera más eficiente de gestionar un negocio global y con infinidad de agentes participantes como es la cadena de suministro.
En la cadena de suministro (supply chain), es especialmente importante contar con un software ERP en la nube, construido desde el principio para operar, ya que así podemos administrar de forma eficiente todos los agentes involucrados. Estos agentes involucrados son proveedores de productos, clientes, transportistas, proveedores de servicios, trabajadores propios distribuidos por todo el mundo, etc. Será, por tanto, imprescindible que el software común sea accesible de forma eficiente y barata, con un sencillo navegador, desde cualquier lugar, teniendo en cuenta que las condiciones de acceso pueden variar. Es muy diferente si estoy en la sede central con una línea de conexión a Internet fantástica que si estoy en un pequeño hotel en un país remoto, ya que soy vendedor e intento informar sobre pedidos que me han hecho los clientes, o si soy la cabeza de un almacén que quiere actualizar los stocks comunes de la compañía. Sólo un ERP diseñado desde el principio para operar en la nube será eficiente en entornos tan diferentes como necesita la gestión óptima de la cadena de suministro.
Las nuevas tecnologías han dejado de ser vistas como un coste para las empresas y, poco a poco, se han convertido en parte de las estrategias, acaparando una parte importante de los presupuestos. El objetivo: facilitar la gestión e impulsar los flujos de trabajo interactivos; y es que la productividad empieza a ser entendida más allá de la oficina.
En la inmediatez y la seguridad está la clave. Atrás queda la época en que vendedores se presentaban ante los clientes con catálogos de papel de corta vigencia. Hoy, las ventas requieren de dinamismo, agilidad y rapidez; hoy los catálogos en papel son sustituidos por catálogos digitales actualizados en tiempo real que ofrecen toda la información sobre el producto, sus características y disponibilidad. La inmediatez que ofrecen las nuevas tecnologías permite cerrar negocios de forma segura en menos tiempo. Ofrecer a los clientes un servicio completo a través de una gestión dinámica, rápida y fiable pasa, sin duda, por la nube.
Cadena de suministro en la nube
Los centros de distribución requieren de un alto nivel de control y cada vez hay menos cabida a errores humanos. Precisamente, por este motivo, los sistemas ERP cloud de los que hablaba antes son fundamentales. En este proceso la nube tiene muchas cosas que ofrecer: desde un crecimiento dinámico y flexible, pasando por aspectos de disponibilidad, un control exacto de los costes, hasta los entornos de prueba y desarrollo. Todas estas ventajas a menudo quedan en un segundo plano cuando aparece el problema de la seguridad, todavía hay mucha gente que renuncia a las ventajas de la informática en la nube por el miedo que le produce utilizar de manera intensiva este medio.
Si lo analizamos cuidadosamente, veremos que una solución de ERP cloud puede garantizar los mismos niveles de seguridad que una solución tradicional ERP on-premise. Tal y como ocurre en los modelos tradicionales, necesitamos proporcionar seguridad física, seguridad de transmisión, seguridad de almacenamiento, seguridad de acceso, seguridad de datos y seguridad de aplicaciones.
La única diferencia es que en el caso de los ERP tradicionales, las cuestiones de seguridad son gestionadas por los recursos de TI internos de la compañía, mientras que en el caso del ERP en la nube lo gestionan recursos externos a la misma. Una auditoría realizada por terceros puede certificar que los procesos externos están documentados y seguidos, pero en la mayoría de los casos, los proveedores externos de servicios cloud prestan más atención a estos detalles que los recursos internos harían. Resumiendo, los ERP cloud son tan seguros como los sistemas ERP tradicionales on-premise. Algunos de los problemas de seguridad son diferentes y quizás menos conocidos, pero una vez entendidos, muchos expertos concluyen que los sistemas en la nube son más seguros que las a menudo mal gestionadas, en términos de seguridad, aplicaciones internas.
En conclusión, podemos decir que hay una clara tendencia de gestionar la cadena de suministro utilizando servicios y ERPs cloud. Esto es así, ya que las necesidades de flexibilidad, dinamismo, dispersión geográfica y control que necesita la gestión de la cadena de suministro se adaptan perfectamente a las propiedades que tiene la informática en la nube. El problema de la seguridad se puede superar si se cuenta con un socio de negocio fiable, con capacidad de consultoría, y de desarrollo de una solución a medida. Habrá que contar siempre con un auditor tercero que nos certifique el cumplimiento de los estándares de seguridad que necesitamos en nuestro negocio.
Finalmente decir que, como siempre, cada empresa es un mundo y habrá que adaptar el proceso de adopción de la informática en la nube a sus particularidades, pero este es un camino que todo el mundo ha de comenzar a recorrer si quiere ser competitivo en el mundo global en el que estamos inmersos.