Para el 2050, se prevé que la población mundial alcance los 9,700 millones de personas. Como consecuencia, la demanda de alimentos y lo necesario para producirlos irá en aumento, mientras que recursos como el agua disminuirá aún más. Otros problemas también aquejan al sector agrícola como el cambio climático, así como, el aumento de costes de mano de obra y materia prima. Por lo que prepararnos para este cambio es imprescindible, y la transformación digital de la agricultura es vital para adaptarse a los tiempos.
El repensar los sistemas agrícolas hacia la digitalización es clave para facilitar la cooperación en toda la cadena de valor, apoyar a los agricultores y empoderar a nuevos desarrollos innovadores.
La transformación digital en la agricultura también tiene una repercusión positiva para el medio ambiente. Esta puede conducir a mejoras en la eficiencia de los recursos, a través de herramientas como la agricultura de precisión. Mediante herramientas digitales podemos ser capaces de reducir el desperdicio de alimentos siguiendo las tendencias y los datos del mercado. También mediante el etiquetado adecuado de los productos, los consumidores pueden elegir con transparencia los alimentos cultivados de forma responsable con el medio ambiente. Las posibilidades son diversas teniendo todas ellas consecuencias positivas en toda la cadena de valor.
Por ello esta apuesta representa grandes oportunidades para el sector. Aunque no sin algunos problemas por resolver. Una de las amenazas en este y otros sectores que necesitan aprovechar la tecnología, es la brecha digital. Este es uno de los principales riesgos hacia la transformación. Para que la transformación digital en la agricultura alcance su potencial implica un enfoque integrado que aborde la capacidad de las personas, su talento, y sea capaz de alcanzar a un gran número de comunidades locales y rurales para aprovechar su futuro digital.
Diferentes iniciativas han comenzado para generar sistemas y proyectos de agricultura digital para lidiar con la brecha digital mejorando los rendimientos, reduciendo el desperdicio de alimentos para generar una agricultura sostenible. Gracias a que hoy ya muchos agricultores pueden acceder a información y datos de forma oportuna, estos pueden dar seguimiento a sus envíos y vender a un precio justo. Poco a poco se van rompiendo las asimetrías de información, propiciando una toma de decisiones asertiva y transparente.
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- Organizaciones como DHI (Digital Innovation Hub) son iniciativas creadas como apoyo para acceder a conocimiento, tecnologías e infraestructura para comenzar la transformación hacia la digitalización de los procesos en el sector agrícola. Funciona como una red de apoyo para catalizar la innovación digital, orientado a los sectores ganadero, ambiental, agrícola y forestal (Livestock, Environment, Agriculture and Forest – DIH-LEAF). https://www.dih-leaf.eu/es
Hacia la digitalización de la agricultura
Tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, Edge Computing, 5G, IoT, blockchain y un largo etcétera tienen el potencial para hacer la agricultura más eficiente, sostenible y competitiva. Veamos algunas de ellas:
- Robótica en la agricultura: La robótica es una oportunidad para la mejora de la productividad para generar rendimientos más altos y de forma más rápida. La agricultura está rodeada de muchas tareas agotadoras que durante mucho tiempo han sido llevadas a cabo por trabajadores. Una nueva generación de trabajadores agrícolas puede estar capacitados para controlar robots que ordeñan vacas, recogen frutos, entre otras labores físicas. La robótica en la agricultura presenta un mercado global de más de 5 mil millones de dólares en 2022, que se duplicarán en los próximos 5 años.
- IoT Internet de las Cosas: IoT tiene la capacidad de simplificar y agilizar la recolección, inspección y distribución general de los recursos agrícolas utilizando sensores en equipos y materiales. Pensemos que es posible, por medio de sensores ubicados en el terreno, dar seguimiento a cualquier cultivo desde cualquier parte del mundo. La capacidad de rastrear y dar seguimiento a productos, detectar problemas y evaluar el entorno dentro de una granja o la absorción de humedad del suelo en tiempo real, es de gran valor para abordar los procesos y cadena de valor dentro de la agricultura. Esta tecnología en el sector presenta un mercado actual de 11,400 millones de dólares. Donde por otro lado, fortalece las estrategias sostenibles y en contra del cambio climático, consiguiendo procesos optimizados y con menos desperdicio.
- Drones para el seguimiento y cuidado de cultivos: Los drones tiene la capacidad de ir donde los humanos no pueden a la vez que generar datos reales para dar un seguimiento minucioso e inteligente a los cultivos. Los agricultores que cuenten con la posibilidad de visualizar sus cultivos desde una fuente aérea, sin tener que alquilar un avión, pueden obtener una ventaja competitiva. Esta tecnología ya se aplica para monitorear cultivos como un medio para combatir la sequía y otros factores ambientales dañinos. Estos drones producen imágenes 3D que se utilizan para predecir la calidad del suelo mediante análisis y la planificación de patrones de siembra. Otra aplicación es la de rociar con productos químicos los cultivos o simplemente regar de forma precisa.
- Análisis de datos. Sabemos que los datos son el gran tesoro de las empresas, contando que para 2025 el mundo almacenará alrededor de 175 zettabytes de datos. La captura, control, protección y procesamiento de datos son parte importante del desarrollo de la Agrotech. El análisis de datos permite generar nuevos conocimientos significativos para la industria, los agricultores y productores de alimentos.
- Inteligencia artificial (IA): Los sistemas de IA, ayudan a mejorar la calidad y precisión de las cosechas, lo que hoy se conoce como agricultura de precisión. Esta tecnología puede ayudar a detectar enfermedades de las plantas, plagas, o problemas específicos en cierta parte del cultivo. Por medio de sensores es posible detectar y eliminar las malas hierbas e incluso decidir que herbicida específico aplicar dentro de cada región. Estos sistemas son de gran apoyo para reducir la cantidad de herbicidas y agua que necesitan los cultivos, y de esta forma ahorrar costes y mejorar el medio ambiente. La inteligencia artificial funciona de la mano del desarrollo de los drones, la robótica, el IoT, etc., de forma coordinada para mejorar los procesos de cultivo, así como la calidad de los productos agrícolas y generar rentabilidad.
- Aprendizaje automático y análisis: Utilizar el aprendizaje automático es una de las piezas clave de la transformación digital de la agricultura. Su aplicación puede comenzar incluso antes de la siembra, aprendiendo y generando alternativas. Por ejemplo, es posible predecir que rasgos y genes pueden ser los mejores para la producción de cultivos, brindando la mejor opción dependiendo de las características del suelo, la ubicación y el clima. Esta tecnología definitivamente es una de las principales tendencias de la agricultura digital para seguirle la pista.
La agricultura digital tiene un gran potencial para impulsar a la transformación del sector agroalimentario y promover el desarrollo rural. Si analizamos todas las tecnologías anteriormente mencionadas, estas pueden trabajar conjuntamente para generar nuevos sistemas donde la información y la acción se conjugan hacia nuevos procesos mejorados para una agricultura sostenible y con buenos resultados.
Es imprescindible para los países dar valor a su sector agroalimentario, muchas veces olvidado y menospreciado, cuando en países como España representa el sector económico que genera más riqueza. Una palanca clave para conseguir un sector más justo y que genere valor para los agricultores, que son al final quienes generan la misma, es aplicar tecnología, dar pasos hacia la agricultura digital. Nos jugamos nuestro futuro como sociedad en ello.